Es todo: la letra tiene poesía, las imagenes son obras de arte y es historia también. Cada Breccia cuenta una parte de la vida del Che, Alberto más bien las experiencias tempranas que causaron la evolución del chico con asma de Córdoba que estudió medicina y viajó en motocicleta por América, Enrique la última parte de su vida y su muerte en la selva de Bolivia. La gráfica, el pincel: ¡impresionante! Me gustan los dibujos en blanco y negro que trabaja con luz y sombra. Por eso “Hell Boy” es una de mis historietas favoritas.
El Che de Oesterheld tiene mucho de eso. Es una historia altamente subjetiva llena de comentarios de gente contemporanea que lo observa, escribe sobre él, lucha contra él o simplemente quiere estar con él.
Quizás la obre de Oesterheld que me gustó más…
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